El
puente de San Roque se halla situado entre las avenidas Alzamora y la Alameda. Salva
el Barranquet de Soler por el que discurre el río Uxola.
Plano
de situación.
Posee una longitud total de 68’4 m, una altura sobre el fondo del barranco de 20’5 m.y una anchura entre
barandillas de 12 m, correspondiendo 7
m a la calzada y 2’5 m a cada acera.
Consiste en una obra de fábrica
mixta, con tres arcos de medio punto de 8 m de luz cada uno. Las bóvedas son
de fábrica de ladrillo en el intradós y de sillería aplantillada en la
boquilla. La clave tiene un canto de 0’8 m. Los tímpanos son de sillería recta
al igual que los muros de acompañamiento. El tablero está formado por placas
prefabricadas de hormigón armado con voladizos laterales. Corona la obra una barandilla
metálica.
Foto del puente de San Roque
Las pilas tienen una sección de 2’5 x
7 m y están levantadas de sillería
recta. Entre la coronación de las pilas y los arranques de las bóvedas existen
unas impostas o molduras que, a aparte de decorar, sirvieron en el momento de
su construcción como apoyos laterales a las cimbras. La unión de los arcos con
el muro de acompañamiento se realiza a través de semipilas.
La cimentación está ejecutada mediante
pilotaje. Los pilotes son de madera de pino rojo, de 0’22 m de diámetro y 4 m de longitud. El total de pilotes por pila es de 50 (5x10) y están unidos por
sus cabezas con un emparrillado de madera y hormigón hidráulico, formando una
base de apoyo para las pilas. Según los planos existentes del estado final de
las obras de 1.866, el emparrillado de madera y las cabezas de los pilotes se
encuentran a 14 m por debajo del nivel del arranque de las bóvedas.
Plano
de parte del alzado y sección transversal del estado final de las obras del
puente de1.866 (AMA).
Como
se ha comentado en la entrada anterior, el puente se levantó al ejecutar la
carretera de 2º orden de Játiva a Alicante, en el tramo comprendido entre la
Balsa de Mérita hasta su enlace con el camino de Madrid. El autor del proyecto
definitivo fue Agustín de Elcoro y Berecíbar. Para cualquier duda sobre la autoría del puente consultar el siguiente enlace
Comenzó
su construcción en mayo de 1.861 y finalizó en julio del año siguiente. La
sillería se extrajo de la cantera de San Cristóbal.
Proyecto de ensanche de 1.902
Según la orden de la Dirección
General de Obras Públicas, con fecha 7 de abril de 1.902, se le encargó al
Ingeniero de Caminos D. Próspero Lafarga el proyecto de ensanche del puente de
San Roque en la carretera de 2º orden de Játiva a Alicante.
Dado el aumento de circulación de
carruajes y personas provocado por los numerosos desplazamientos a las casas de
campo y de recreo situadas en los alrededores, el servicio de los edificios
hidráulicos de la parte baja del Serpis en los términos de Alcoy y Cocentaina,
y el tráfico debido a las estaciones de ferrocarril de Gandía y Játiva, se vio
la necesidad de ampliar el ancho del puente. Las avenidas de conexión tenían 8
m de firme y 4 m de aceras, sin embargo, el paso del puente se estrangulaba
pues contaba con 6 m de afirmado para la circulación de carros y personas y
0’5 m de pretil de piedra en ambos costados.
Se optó por la solución de empotrar
ménsulas metálicas en la parte superior de los tímpanos y muros, sobre cuyas
ménsulas apoyar dos largueros, uno interior y otro exterior sobre los que irían
roblonados unas placas de palastro combadas que habían de recibir directamente
las aceras.
El metro de longitud de la ménsula junto con los
50 cm que se ganaba al eliminar el pretil de piedra, daba el 1’50 necesario
para formar los andenes a cada lado, quedando los 6 metros únicamente para la circulación
de vehículos. Las aceras limitaban con la calzada mediante dos encintados de
bordillo de 0’30 m de altura por 0’15 m de espesor. El hueco interior resultante
por la concavidad de las placas de palastro combadas se rellenaba con hormigón y sobre éste se pavimentaba con
baldosas de cemento.
Los pretiles fueron sustituidos por
las barandillas y farolas metálicas.
Esta solución era la más sencilla ya que permitía
realizar las obras con andamios ligeros en voladizo, y quedaban empotradas las
ménsulas en la sillería dando mayores garantías de solidez.
Puente de San Roque, donde se ven las pequeñas ménsulas arqueadas para ampliar las aceras.
Ensanche de 1.983.
En 1.983, de nuevo se volvió a
ampliar el tablero por medio de placas prefabricadas de hormigón armado, según
proyecto de Ramón García Vendrell. Se eliminaron las ménsulas metálicas
y se conservaron las barandillas metálicas. Hoy en día todavía quedan restos
de las antiguas montantes metálicas que no se pudieron eliminar por estar
empotradas dentro de macizos de hormigón en el interior de los tímpanos. Con
este último ensanche se consiguió 2,5 m para cada acera y 7 m para las
calzadas.
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