Esta entrada no va de
puentes, pero si trata de explicar que hay disposiciones
constructivas que aunque parezcan similares, su concepto estructural
varía mucho.
Hace ya bastantes años,
buscando información sobre arquitectos y constructores antiguos de
la Comunidad Valenciana, encontré un texto (no me acuerdo del
libro) donde contaba la anécdota de que al iniciarse la construcción
de la cúpula de San Nicolás, ésta se derrumbó. No hubo
víctimas mortales porque el ruido provocado por el crujido inicial
de los andamios y el resquebrajamiento de los materiales colocados
alertaron a los trabajadores y les dio tiempo a ponerse a salvo. Tras
el desastre, tuvieron que redimensionar la cúpula y volver a
levantarla.
En 2006, con motivo de la
exposición de La Luz de las Imágenes celebrada en Alicante pude
contemplar dicha cúpula en todo su esplendor. Se había realizado un
exhaustivo trabajo de limpieza y restauración de todo el edificio de
la concatedral. El interior de la nave quedaba iluminada por la luz
cenital (bueno...también había focos) y, con el color claro de las
paredes, daba una gran sensación de amplitud y espacio.
Foto interior de la
cúpula de San Nicolás de Bari
Se trata de un cúpula
casetonada que se levanta a una altura de 28,5 metros y de 15,3
metros (67 palmos) de diámetro interior, dimensión nada desdeñable
si la comparamos con los 17 metros de diámetro que posee la cúpula
de la Basílica de El Escorial.
Sin embargo, (y es la
razón de este artículo) lo que no me cuadraba es que en las
explicaciones igualaban el casetonado de la cúpula de San Nicolás
con el Panteón de Agripa de Roma. Decorativamente es similar,
pero estructuralmente es todo lo contrario. En el Panteón el
casetonado se realizó hacia el interior del espesor de la bóveda, en forma de
nichos, con el propósito de aligerar el peso de la enorme cúpula
(43 metros de diámetro), y en el caso de San Nicolás, se realizó
hacia el exterior, colgando del techo, lo que supone un gran peso
muerto.
Foto de la cúpula del
Panteón de Agripa en Roma
Historia sobre la
construcción de la cúpula.
La Basílica de San
Nicolás de Bari fue realizada bajo las trazas de Agustín
Bernardino, que por esas fechas trabajaba en Orihuela. En 1.616
se colocó la primera piedra, aunque ya se habían iniciado los
trabajos de cimentación 3 años atrás. En el inicio de su
construcción participó Agustín Bernardino hasta su muerte en
1.620. Le sucedió su ayudante Martín de Uceta que falleció en
1.630. A partir de este año continuaron las obras Pedro Guillem y
Miguel Real que terminaron en 1.637 la parte del templo desde la
fachada de la calle Labradores hasta los dos estribos del primer arco
que sostendría la futura cúpula.
Las obras se reanudaron
en 1.658, iniciándose la construcción de la cúpula. A la muerte de
Pedro Guillem en este mismo año quedó solo al frente de la
dirección de la obras Miguel Real, quién el 6 de marzo de 1.658
colocó la primera piedra en una de la pechinas y terminando la
fábrica de esta parte del templo el 31 de octubre de 1.662.
En el libro de Viravens
“Crónica de la Ciudad de Alicante”, del cual he sacado la
mayoría de los datos, no aparece el suceso del derrumbe, o si tuvo
algo que ver con la muerte de Pedro Guillem.
Fotos: parte exterior e
interior de San Nicolás
La estructura
La bóveda del Panteón
de Roma se podría asemejar a un actual forjado reticular de casetón
recuperable, donde resisten los esfuerzos los nervios cruzados
perpendicularmente. Este tipo de forjado está presente en la mayoría
de plantas de aparcamientos públicos y son relativamente fáciles de
observar. Sin embargo, si colocamos a la inversa las partes cóncavas
de las cubetas del encofrado pegadas a la parte inferior del forjado
y se hormigonase todo, casi se duplicaría el peso propio,
necesitando mayor canto en los nervios y una mayor cuantía de
armadura.
Puede ser que este mayor
peso muerto provocase la caída inicial de la bóveda de San Nicolás,
teniendo en cuenta que en aquella época para el dimensionamiento de
las cúpulas sólo se tenían en cuenta sencillas reglas empíricas
que se obtenían como resultado de anteriores experiencias. La
mayoría de cúpulas se construían con paredes lisas en su cara
interior y, por tanto, sin tanta masa. También pudo ocurrir que la
cimbra y el andamiaje cediera por el excesivo volumen de materiales
apoyados, antes del descimbrado y sin entrar en carga la cúpula.
Esquema de comparación
entre estructuras
Una
curiosidad matemática
Tanto
en el caso del Panteón de Roma como en la cúpula de San Nicolás
hay 28 hileras verticales de cuadrículas concéntricas. El número
de 28 se consideraba un número perfecto, ya que se podía
obtener como el resultado de la suma de todos sus divisores (menos él
mismo), es decir, 1+2+4+7+14=28. Sin embargo, en el Panteón,
horizontalmente hay 5 hiladas (los planetas conocidos en aquella
época) y en San Nicolás 8 (puede ser debido a un encaje dimensional
estético, aunque siempre se le podría buscar una explicación
numerológica)
Detalle
de la cúpula.
Imagen
del Panteón de Agripa de Roma: https://pixabay.com/es/roma-italia-pante%C3%B3n-domo-1183309/
No hay comentarios:
Publicar un comentario