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jueves, 19 de julio de 2018

Viaducto Francisco Aura Boronat de Alcoy sobre el Serpis


       Salva el ancho valle fluvial del rio Serpis a su salida de la ciudad de Alcoy. El viaducto enlaza el barrio del Viaducto, cercano al centro urbano, con el barrio de la Zona Norte, donde se halla ubicado el hospital comarcal Virgen de los Lirios, permitiendo la comunicación directa con la autovia A-7 sin necesidad de pasar por la travesía urbana de la N-340 actualmente bastante saturada.

Plano de situación

       Se trata de un viaducto de 426 metros de longitud de 8 vanos, cuyas luces varían desde los 37 a 63 metros. Su trazado en planta es curva en forma de “S”, y en su alzado, desde el barrio del Viaducto, desciende con una pendiente longitudinal máxima del 8% con un acuerdo vertical para volver a subir hasta el estribo de la parte de la Zona Norte. El ancho del tablero es de 13,50 metros.

Vista general

       Consiste en una estructura hiperestática triangulada de doble acción mixta, formada por una viga metálica en celosía con perfiles en cajón rectangular y losas de hormigón armado. El canto varía desde los 3 m en el centro de los vanos a los 6 m sobre las pilas. Las losas están dispuestas de forma continua en la parte superior de la viga formando el tablero y sólo sobre los apoyos en la parte inferior. La conexión de las losas a la estructura metálica permite la colaboración conjunta del acero y del hormigón armado, en una disposición óptima, para absorber mejor los diferentes esfuerzos. La doble acción mixta consiste en la disposición de losas de hormigón armado conectadas a la parte inferior de las vigas metálicas continuas en aquellas zonas de momentos flectores negativos (apoyos).

Parte inferior del tablero

       La cimentación de pilas y estribos está formada por pilotes de 1800 mm de diámetro y una profundidad media de 40 m.

       La estructura triangulada apoya sobre 7 pilas cuyas alturas varían entre los 9,3 y 22 metros. Cada pila está formada por dos fustes rectangulares, acanalados y con esquinas redondeadas, unidos en su parte superior por una viga riostra metálica.

Pilas formadas por dos fustes y viga riostra metálica superior

Construcción

       Las pilas se levantaron con encofrado trepante en tramos de 5 metros. Una vez hormigonados los fustes se soldaban las vigas riostras superiores a 2 placas de anclaje embebidas en el hormigón que se habían dispuesto previamente en las caras.

       La estructura metálica de la celosía, dada su alta variabilidad dimensional y de trazado, fue la parte más complicada del viaducto tanto en su diseño, fabricación en taller, transporte, ensamblaje en obra y posterior montaje sobre las pilas.

       Los tramos de la celosía metálica eran ensamblados y soldados a pie de obra con la ayuda de estructuras auxiliares, donde también se les daba la capa de pintura de terminación. La longitud de estos tramos eran algo superior a la de los vanos y posteriormente eran izados mediante dos grúas, una por cada costado. Los tramos ya montados se utilizaban como apoyos de los siguientes.


Montaje de los tramos

       Una vez colocado cada tramo se hormigonaban las losas inferiores. Como encofrado perdido de las losas de hormigón armado se colocaban previamente prelosas prefabricadas. Después de montar la celosía completa, la losa superior del tablero se hormigonó en dos fases: primero el centro de la losa y posteriormente los dos vuelos.

Detalle de las prelosas prefabricadas y conectadores antes de hormigonar las losas.

       Los aparatos de apoyo son de neopreno zunchado en las pilas centrales, y apoyos esféricos unidireccionales o multidireccionales en pilas extremas y estribos para absorber las dilataciones térmicas.

       Se puso en servicio en enero de 2014. El presupuesto de las obras ascendió a 6.083.000 euros (sin IVA).

      El autor del proyecto fue D. José Ramón Atienza, la empresa constructora Rover-Alcisa S.A. y la empresa subcontratada para la estructura metálica ANRO.

       En el siguiente enlace se puede ver un vídeo del proceso de su construcción.


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domingo, 24 de junio de 2018

El puente Fernando Reig tras su rehabilitación (VI)


      Dado el título de este blog y su principal temática me veía forzado a escribir una entrada específica sobre la nueva reforma del puente Fernando Reig.

      La reinauguración y reapertura al tráfico del puente se realizó el pasado día 16 de abril. El valor total de la inversión ascendió a 11,6 millones de euros. Tuvo una amplia repercusión mediática ya que contó con la asistencia del Ministro de Fomento y numerosas autoridades. En bastantes periódicos y medios de comunicación se publicó la noticia. En éstos se exponían las causas, en qué consistieron las obras de rehabilitación y cómo se llevaron a cabo. En el siguiente enlace se puede ver un vídeo de la inauguración con las oportunas explicaciones. También en la revista del Ministerio de Fomento de Mayo de 2018 nº 683 aparece un artículo sobre la intervención en el puente. Por ello no voy a incidir en lo mismo en esta entrada.

Imagen del puente

       Lo que si que quiero destacar es mi sorpresa por el cambio de color de la pila central del puente. Según el proyecto inicial José Antonio Fernández Ordóñez, ingeniero principal de su diseño, propuso que la gran pila fuera de color rosa (yo diría que marrón-granate), lo más similar al color de la piedra de sillería del cercano puente de Cervantes o Cristina, como un tributo y elemento común a los puentes antiguos de Alcoy. El puente de Buidaoli y el puente antiguo de San Roque, entre otros, también tienen ese mismo tipo de piedra. Corresponde a una toba o travertino cuyo origen son las canteras del Salt. Con este detalle se le añadía más singularidad al puente proyectado.

       Tras las obras de reforma, cuando lo vi pintado por primera vez todo de blanco me dio la sensación de un mueble viejo. En la carpintería de madera, en vez de enmasillar, lijar y barnizar para que se vea el tono y luzca la veta de la madera, a veces para abreviar o si está muy deteriorada, se le da a todo el conjunto un par de manos de pintura de un solo color y queda todo uniforme.

Puente Fernando Reig recién pintado.

      Mi intención no es entrar en polémica. Generalmente en las numerosas decisiones que hay que tomar en una obra intervienen muchos condicionantes y, a veces, no puedes elegir la mejor solución sino la menos mala. En el hormigón lo cierto es que al aplicar un mortero de reparación en las partes deterioradas es muy difícil que coincida en la textura y el tono de color del paramento original. Se hubieran notado claramente las zonas de actuación y el conjunto de la pila hubiera aparecido parcheada. El pintado uniforme con un revestimiento protector es una solución.

      Estéticamente existen puentes de color blanco de aspecto agradable y buena composición. Como dignos ejemplos se pueden citar los puentes de la no muy lejana ciudad de Elche, como el puente atirantado de la Generalitat o el puente colgante del Bimilenio

Puente de la Generalitat (Elche)

Puente del Bimilenio (Elche)

      El cambio de color de la pila no le resta valor al principal mérito técnico del puente Fernando Reig consistente en ser el primero en combinar la división en varias piezas prefabricadas del tablero con la tipología del puente atirantado. Si acaso se le resta un valor simbólico que lo integraba con el resto de los antiguos puentes de la ciudad.

      Pese a ello todavía se puede ver la silueta del puente de Fernando Reig sobre el fondo de la verde sierra del Carrascal. Pasar bajo el pórtico de la gran pila como si de la entrada a la ciudad se tratara. Caminar junto a los arranques de los tirantes que inclinados suben ordenados hasta la cumbre de la pila. Pasear junto al río Riquer y, al alzar la vista, reparar en el artesonado inferior del tablero. Adivinar el abanico invertido de los tirantes. Y si hacemos un poco de acrobacia mental: admirar la armonía de su conjunto, contemplar el desequilibrio dinámico provocado por la asimetría de sus vanos y sentir la vitalidad estructural entre la horizontalidad del tablero y el gran eje vertical del pilono central que quedan enlazados por los tirantes.

      Siempre uno puede ver los aspectos positivos de las cosas y disfrutar de la obra. Pero aún así          la próxima vez... pínten la pila de rosa, porfa.














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miércoles, 27 de diciembre de 2017

El nombre del puente de Cervantes o de Cristina. Y un guantazo

Aprovechado el día de los santos inocentes, en la siguiente entrada voy a hacer una puntualización y posteriormente contar una anécdota que, a decir verdad, no tiene nada que ver con el puente pero que sucedió por la época de su construcción.

El puente conocido como “de Cervantes” debe su nombre a su proximidad al parque homónimo. Este paseo fue concebido en 1.828 al mismo tiempo que el puente:
Como el puente ha de unirse con el campo ovalado de las tierras del Cister; y desde dicho punto debe dirigirse oblicuamente el camino con inclinación hacia el poniente, para que sin tocar con las tierras huertas de la casa de los Herederos de Lorenzo Carbonell pueda unirse cómodamente en el camino real de Madrid se hace indispensable que en dicho campo del Cister se construya una plazuela de figura elíptica que al paso que sirva para que los carruajes puedan tomar con comodidad la dirección del camino y puente, sea también de desahogo y recreo, construyendo en ella unos asientos cómodos y proporcionando al mismo tiempo una fuente en su centro, y un buen plantío de árboles por su circuito”

Muchos años más tarde, en 1.905, en el paseo se realizaron algunas mejoras y fue dedicado a Cervantes, escritor y autor del Quijote.

Imagen del puente

Sin embargo, el puente tiene una denominación más antigua y es el “de Cristina

Este nombre se debe a la cuarta esposa de Fernando VII y madre de la que sería reina Isabel II.

María Cristina de Borbón y Borbón, nació el 27 de abril de 1.806. Hija del rey Francisco I de Nápoles y la infanta María Isabel (hija de Carlos IV y hermana de Fernando VII).

Cuando Fernando VII enviudó por tercera vez y sin descendencia, decidió casarse de nuevo con su sobrina María Cristina, más agraciada que sus esposas anteriores y con menos “rosarios”. Fernando tenía 45 años y ella 23.

La boda tuvo lugar en Aranjuez el 9 de diciembre de 1829 y la nueva reina entró en Madrid dos días después con gran celebración de las masas populares.

Retrato de María Cristina

Diez años antes ya se había dado otro matrimonio Borbón tío-sobrina, entre el infante Francisco de Paula (hermano menor de Fernando VII y de la infanta María Isabel) y Luisa Carlota (hermana mayor de María Cristina) y que posteriormente protagonizará un notable episodio que después se narrará.

En el cabildo de 9 de marzo de 1.829 celebrado en el Ayuntamiento de Alcoy, se acordó que el proyecto del nuevo puente, diseñado por el arquitecto Juan Carbonell, fuera enviado a S.M. Fernando VII para su aprobación. El 10 de julio el rey concedió su permiso para la construcción del puente.

En cuanto a la familia real, en marzo de 1.830, Cristina dio la noticia de su embarazo y el 10 de octubre del mismo año nació la futura reina Isabel II.

Puede decirse que el inicio de la construcción del puente coincidió con los años más dichosos del monarca Fernando VII: boda feliz y la descendencia que tantos años había anhelado.

Con fecha 18 de noviembre de 1.830, llegó un oficio por el que se le otorgaba al puente, a petición del Ayuntamiento, el nombre “de Cristina”, en honor a la reina.
Habiendo dado cuenta al Rey N.S. de la exposición de este Ayuntamiento, fecha 14 del mes próximo pasado, en la que participando haberse dado principio a la construcción del Puente de esa Villa, a nombre y bajo los auspicios de S.M. y de su Augusta Esposa, solicita se le conceda la gracia de que dicho puente se titule en delante de Cristina, se ha servido S.M. acceder a los deseos de ese Ayuntamiento dignándose dar su Real Permiso, para que a dicho puente se le dé el nombre de su Augusta Esposa la Reina Nª Sª.
Fdo: Manuel González Salmón.”

Aunque en distintas publicaciones lo llaman “el puente de María Cristina”, sin embargo, según el oficio anterior es más apropiado llamarlo “de Cristina”, nombre mas corto y sencillo.

El rey Fernando llamaba amorosamente a Cristina “pichona”, pero este nombre para un puente hubiera quedado demasiado familiar.

Imagen del puente más cercana

Y el guantazo.

El siguiente suceso aconteció durante la construcción del puente y tuvo como protagonistas a los miembros de la familia real y a uno de sus ministros.

Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción el 31 de marzo de 1.830 para asegurar que su descendencia heredara el trono, ya fuese niño o niña, dejando a su hermano Carlos María Isidro fuera de la línea directa de sucesión.

Los más conservadores o apostólicos apoyaban al hermano, entre los que se encontraba Francisco Tadeo Calomarde, ministro de Gracia y Justicia.

Retrato de Calomarde

Calomarde que se consideraba un salvador de la patria (de estos hay muchos) intentó por todos los medios que el hermano del rey accediera al trono.

El 17 de septiembre de 1832, en La Granja, Fernando VII cayó gravemente enfermo. Calomarde creyendo que agonizaba y ante la inacción de María Cristina, consiguió con malas artes que el rey en su lecho firmara un documento por el que se derogaba la Pragmática Sanción.

Sin embargo, Luisa Carlota, hermana de María Cristina, enterada de lo sucedido llegó el 22 de septiembre al Palacio. Reunida con los ministros la Infanta le pidió el documento a Calomarde.

Retrato de Luisa Carlota (la que pegó el tortazo).

Para explicar a continuación lo sucedido transcribo el fragmento de la novela “Los apostólicos” (Episodios Nacionales, 2ª serie) de Benito Pérez Galdós (gran novelista) donde narra muy bien esta parte de la historia:
Cuando Calomarde entregó a la Infanta el manuscrito, que tantos desvelos y fingimiento había costado a los apostólicos, Carlota no se tomó el trabajo de leerlo y lo rasgó con furia en multitud de pedazos. Con el mismo desprecio y enojo con que arrojó al suelo los trozos de papel, echó sobre la persona del ministro estas duras palabras, que no suelen oírse en boca de príncipes:
-«Vea usted en lo que paran sus infamias. Usted ha engañado, usted ha sorprendido a Su Majestad abusando de su estado moribundo; usted al emplear los medios que ha empleado para esta traición, ha obrado en conformidad con su carácter de siempre, que es la bajeza, la doblez, la hipocresía».
Rojo como una amapola, si es permitido comparar el rubor de un ministro a la hermosura de una flor campesina, Calomarde bajó los ojos. Aquella furibunda y no vista humillación del tiranuelo compensaba sus nueve años de insolente poder. En su cobardía quiso humillarse más y balbució algunas palabras:
-Señora... yo...
-Todavía -exclamó la Semíramis borbónica en la exaltación de su ira-, todavía se atreve usted a defenderse y a insultarnos con su presencia y con sus palabras. Salga usted inmediatamente.
Ciega de furor, dejándose arrebatar de sus ímpetus de coraje, la Infanta dio algunos pasos hacia Su Excelencia, alzó el membrudo brazo, disparó la mano carnosa... ¡Plaf! Sobre los mofletes del ministro resonó la más soberana bofetada que se ha dado jamás.
Todos nos quedamos pálidos y suspensos, y digo nos, porque el narrador tuvo la suerte de presenciar este gran suceso. Calomarde se llevó la mano a la parte dolorida, y lívido, sudoroso, muerto, sólo dijo con ahogado acento:
-Señora, manos blancas...
No dijo más. La Infanta le volvió la espalda.”

Las malas lenguas cuentan que el tortazo se oyó en toda la Corte y hasta en la capital.

He investigado si la intensidad del tortazo pudo tener algo que ver con la ruina del puente de Cristina. Sin embargo, la bofetada se produjo en septiembre de 1.832 y los problemas con el puente se iniciaron el 23 de enero de 1835, es decir unos 3 años después. Por esta causa, se puede constatar científicamente que ambos hechos fueron totalmente independientes e inconexos.





Fotografías de retratos extraídos de la Wikipedia

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Puente del Mascarat

Este gran puente supuso la superación del último escollo para concluir las obras de la carretera de comunicación por el litoral entre Valencia y Alicante durante el último tercio del siglo XIX. En la parte de la provincia de Alicante, de los 10 trozos en que se dividió la carretera de Silla a Alicante, el paso del Mascarat correspondía al 7º tramo. En la parte de la provincia de Valencia todavía faltaban el paso definitivo sobre el Júcar en Cullera que todavía se atravesaba por un puente de Barcas y otro puente sobre el Serpis.

Vista general

El puente del Mascarat, hoy apartado del tráfico, se halla situado en el km 165 de la N-332 entre las localidades de Altea y Calpe. Salva el estrecho barranco del Mascarat que separa la Sierra de Bernia y el Morro de Toix.

Plano de situación

El puente posee 44 metros de altura, una anchura de tablero de 6,30 y una longitud total de 32 metros siendo de planta curva uno de sus extremos. Está formado por un arco central de sillería de 21,5 metros de luz apoyado en dos grandes semipilas y estribos ataluzados laterales que llegan hasta el fondo del barranco. La sillería de piedra caliza blanca está presente en las bases, aristones e hiladas horizontales que a modo de fajones contienen la mampostería concertada de las paredes laterales y el sillarejo del paramento interior de las semipilas. Estos soportes y el arco quedan separados por una moldura que en su momento sirvieron para apoyar la cimbra de la bóveda. La boquilla del arco es de sillería aplantillada y los tímpanos de mampostería concertada. Coronan el puente la imposta y los antepechos en los laterales del tablero.

Arco central

Base

Paramento interior del arco y estribo curvo

Estribo izquierdo aguas arriba

La Sierra de Bernia, frontera natural entre la Marina Alta y Baja, forma una barrera orográfica transversal que históricamente siempre ha dificultado el acceso entre las comarcas y provincias en el eje norte-sur.

Vista panorámica

Los primeros estudios sobre la traza de la carretera fueron realizados por el Ingeniero de Caminos Agustín de Elcoro en 1.845. El proyecto del puente corresponde a Antonio María Jáudenes redactado en 1.863.

Las obras del puente fueron adjudicadas en 1.867 al contratista D. Joaquín Thous Carrera, junto con el 6º tramo de unión con Altea que también comprendía el puente sobre el río Algar. El director de las obras fue el Ingeniero de Caminos D. Enrique Guillem, quién también se encargó del cálculo de la cimbra del arco y del procedimiento para su colocación y descimbrado.

Entre 1.868 y 1.869 se ejecutaron los túneles de acceso a los extremos del puente.

Arco y Peña de la Torreta

Construcción 

En 1.871 se inició la construcción propiamente dicha del puente


El proceso de ejecución fue lento debido a la dificultad del emplazamiento y a la altura, unido a la aparición de dos grandes problemas durante su factura: la piedra caliza de las canteras del Montgó y San Julián no servía porque no superaron los ensayos de resistencia necesaria, y las lluvias torrenciales que acontecieron en varias ocasiones (1873, 1875, 1877, 1883 y 1884) y que se llevaban por delante accesos, acopios, obras iniciadas y medios auxiliares. Se tardó al final 14 años.

La piedra se suministró desde la provincia de Valencia. Fueron necesarios sillares de 1'80, 1'40 y 0,60 metros de altura. Se tuvieron que adecuar carros especiales de hasta catorce caballerías para transportar los sillares a la obra además de ensanchar los caminos existentes de utilidad pública para permitir el paso de estos vehículos. Se habilitó un camino exclusivo desde la base del Collado de Calpe hasta los cimientos del puente por el estrecho barranco del Mascarat. En esta zona también se acondicionaron zonas para el acopio de la sillería, materiales diversos, taller de labra...

Se emplearon tornos (molinetes) especiales de atracción y retención, cabrias, poleas y pernos de bronce, cuerdas de hasta 7 cm de diámetro y 900 metros de longitud.

La ubicación de los medios auxiliares fue muy complicado al no existir zonas llanas o cómodas donde instalar las grúas y otros aparejos, por lo que se tuvieron que fijar en zonas escarpadas de difícil acceso. El almacenamiento de mampostería, cal, agua, arena y otros materiales se realizaba en la boca de los túneles de 6 metros de ancho, dejando poco espacio para el amasado de las pastas y posterior suministro a los diferentes tajos de la obra.

Las lluvias más graves ocurrieron a finales de junio de 1877 que arrasó la mayor parte de la base del puente y los caminos, tanto los de acceso a la obra como los de toda la comarca. También destruyó un molinete y una grúa situados en altura. Un puente colgante provisional de cadenas y tablas habilitado para las obras del puente lo destruyó un vendaval (seguramente en esta ocasión), aunque posteriormente una de las cadenas se utilizó de escala.

Las obras de recomposición de la carretera del Collado de Calpe, único punto de comunicación entre las comarcar de las Marinas, que servía para el suministro de la mayor parte de la piedra se ejecutaron durante la primera mitad del año 1880 y fueron sufragadas por la Diputación de Alicante.

La formación de la cimbra se llevó a cabo con el armado de maderos de hasta 25 metros de longitud y 0,38 o 0,44 m de escuadría. Por ello fue muy complicado su izado, colocación, y ensamblado, donde se tuvieron que emplear multitud de aparejos, así como las posteriores labores de descimbrado.

Por fin, las obras de los túneles y el puente del Mascarat fueron recibidas provisionalmente en junio de 1.885.

Hoy en día se pueden ver todavía los muros de los accesos serpenteantes y empinados para levantar los estribos laterales del puente.

Restos de la escalinata en el estribo derecho.


Puente desde el interior del barranco.



Actualizado 21-08-2018

domingo, 17 de septiembre de 2017

Puente de Bañeres sobre el río Vinalopó

Se trata de un puente de 2 arcos de sillería ligeramente rebajados enclavado en el antiguo camino de Alcoy a Castilla y que sirve para cruzar el río Vinalopó.

Vista general

lunes, 4 de septiembre de 2017

El Camino Real de Castilla. Puente de Chirillent.

El Camino Real de Castilla de Alcoy era una de las vías más importantes de comunicación y transporte de que disponía la ciudad y la comarca hacia el interior peninsular. Mantenía enlazadas con la población las partidas rurales del Barchell, Polop y Salt, y permitía a la Real Fábrica de Paños y a los empresarios papeleros dar salida a sus productos hacia sus mercados principales del interior de España. También permitía la entrada de productos agrícolas procedentes de Bañeres y vino de Benejama.

Este camino, por su anchura, era considerado como carretero, aunque en él continuamente debía llevarse a cabo trabajos de reparación y mantenimiento.

Se iniciaba el camino de Castilla desde Alcoy en el Portal del Riquer, bajaba por la calle de San Roque y cruzaba el río por el antiguo puente de San Roque, subía por una pronunciada pendiente hasta la fuente de las Moscas y continuaba su trayecto, aproximadamente, por las actuales calles de Salvador Allende, Plaza Gonzalo Cantó, Onofre Jordá, Juan de Juanes, saliendo por el “collao” de Na Beneita. Luego subía por la penosa cuesta y las revueltas del Salt (en cuyo inicio estaba el puente de la Mezquita) y atravesando las partidas de Polop y Chirillent se dirigía a Bañeres, Benejama y Villena donde enlazaba con el Camino Real de Madrid.

Después de construir el puente de Cervantes o Cristina (1.838) se mejoró el tramo inicial del camino con el acondicionamiento en un costado de una plaza elíptica (paseo de Cervantes) y el trazado de la actual calle Oliver.

Pretiles sobre muro en la calle Bañeres (camino antiguo de Madrid).

Más tarde, a mediados del siglo XIX, se cambió el trayecto hacia Madrid por el recién construido Barranco de la Batalla, de trazado más cómodo y con pendientes más suaves. A continuación atravesaba Ibi y el puerto de Biar para enlazar con Villena. El antiguo camino que comunicaba con Bañeres tomó la categoría de “camino vecinal” y pasó a tener un papel secundario. De todas formas en esta época también se destinaron recursos económicos para su mejora y acondicionamiento, como fue la reconstrucción del puente de Chirillent.


Revuelta del antiguo camino en el Salt


El puente de Chirillent (Xirillent)

Se trata de un puente de fábrica de un sólo arco, ubicado en el antiguo camino Alcoy - Bañeres y que salva el barranco de Chirillent (Xirillent). A su lado también existe un pequeño y antiguo acueducto de fábrica.

Vista general del puente  y el acueducto.

lunes, 28 de agosto de 2017

Puente antiguo de Alfafara

El puente Assolat, Desolat o Romá se encuentra cerca de la salida de Alfafara hacia Bocairente. Salva el barranco procedente de la Font de l'Assut situada unos 500 metros aguas arriba.

Situación

Se trata de un puente de mampostería formado por un sólo arco de 8,8 metros de luz. Posee una longitud total de 34 m, con una anchura de 4,8 m y una altura hasta el cauce de 10,5 metros.

Formaba parte del antiguo camino de comunicación de Alfafara hacia Bocairente hasta que se construyó la carretera, quedando apartado del tráfico principal.

Se cree que data del siglo XVIII. Fue restaurado a finales del siglo XIX. El antepecho fue reparado en 1980. Actualmente se halla parcialmente cubierto de hiedra.

Vista general

lunes, 19 de junio de 2017

Ni 7 ni 8, sino 9. El puente de las Nueve Lunas de Muro de Alcoy

      El puente de las 9 lunas de Muro de Alcoy se halla en la salida de esta población, justo después de pasar muy cerca de la pedanía de Benámer y antes de la rotonda de incorporación a la autovía A7. Concretamente se sitúa en el km 19 de la CV-700 que se dirige hacia Pego por Planes y el Valle de Gallinera. Salva el ancho cauce del río Serpis.

Plano de situación

lunes, 17 de abril de 2017

Puente de Fernando Reig (III). Construcción y posteriores actuaciones

Construcción

         La obra del puente Fernando Reig se le adjudicó a la empresa “Dragados y Construcciones” por un valor de de 812 millones de pesetas. Los gastos fueron sufragados por el MOPU y la Diputación Provincial.

         El 13 de abril de 1.985 comenzaron las primeras obras preparatorias y de explanación.

          Aunque estaba proyectada la cimentación directa de la pila, los posteriores sondeos mostraron como más favorable la fundación profunda a base de pilotes prefabricados.

          Estos trabajos se iniciaron el 3 de julio. Cada pilote tenía un diámetro de 1’50 m y alcanzaba una profundidad media de 25 metros. Para su introducción se perforaba un pozo de diámetro de 10 cm superior al del pilote y hasta una profundidad necesaria para asegurar la resistencia por fuste. Una vez colocado el pilote en el interior del pozo se procedía a su hinca 3 m más para garantizar su resistencia por punta. Por último, el espacio que quedaba entre el pilote y la pared de perforación se hormigonaba. En este proceso se efectuó un muestreo de la capacidad portante real de los pilotes por medio de un analizador de hinca.

          Bajo la pila se dispusieron 24 pilotes, correspondiendo 12 a cada fuste. Todas sus cabezas se solidarizaron mediante un encepado de hormigón armado de 3’50 m de espesor, debiendo hormigonarse en varias fases dadas las dimensiones. En este encepado también se fijó el anclaje de la grúa torre, que sirvió para la elevación de los materiales y de los equipos necesarios para la construcción de la pila, así como de los cables componentes de los tirantes y otros elementos para la ejecución del tablero.

lunes, 10 de abril de 2017

Puente Fernando Reig (II). Preliminares y proyecto

Preliminares

         Debido al aumento de tráfico interurbano, provocado por el paso de la carretera N-340 y la C-3313 por la ciudad, y ante las necesidades de mejorar el acceso desde la carretera de Alicante a los barrios de Santa Rosa, Batoy y el ensanche de Entenza, el Ayuntamiento, en sesión celebrada el 26 de junio de 1.980, acordó el desdoblamiento de la N-340 por las calles Gabriel Miró, Entenza y Santa Rosa por medio del terraplenado del Barranco de Benisaidó (La Vaguada) y la unión de la calle Santa Rosa con la de Alicante mediante la construcción de un puente sobre el Barchell (Riquer), además de la ampliación de los puentes de Cristina, San Roque y Pechina.

          Gracias a las gestiones realizadas por el entonces Alcalde D. José Sanus, el 17 de julio de 1.982, el Ayuntamiento concretó la construcción del nuevo puente al decidir encargar el proyecto al ingeniero de caminos D. José A. Fernandez Ordoñez.

          Este proyecto se finalizó en septiembre de 1.983, siendo sus autores D. José Antonio Fernández Ordoñez, D. Julio Martínez Calzón, D. Manuel Burón Maestro y D. Angel Ortiz Bonet. El presupuesto ascendía a 963.350.205 pesetas.

lunes, 3 de abril de 2017

Puente Fernando Reig (I). Situación y descripción de la obra.

          Se encuentra en la travesía de Alcoy en la carretera N-340 en el p.k. 794. Salva el barranco por cuyo fondo discurre el río Riquer a una altura de unos 40 metros. La longitud total es de 246 metros.

Plano de situación.

          Se trata de un puente atirantado asimétrico de dos vanos. La pila, de color rosado, tiene una altura de 89’50 m y consiste en un pórtico con un travesaño debajo del tablero. Su anchura en la parte más alta es de 20 metros.

         La cimentación la componen 24 pilotes de 1’50 m de diámetro de hormigón armado con una profundidad media de 25 metros. Las cabezas están unidas por un encepado de 3’50 m de espesor. A partir de aquí suben dos fustes huecos de 4 x 2’50 m de sección, también de hormigón armado. Estos fustes inclinados se unen entre sí mediante dos travesaños huecos de 4 x 4 metros, el primero situado bajo el tablero a la cota de 36’30 m sobre el fondo del barranco, y el segundo en la parte más alta. Desde los 70 m los fustes se hacen macizos para poder resistir y alojar los anclajes de los tirantes.

         Los tramos atirantados miden 108 y 132 m seguidos de un vano de 33 m apoyado en dos pilares cilíndricos (de 1’60 m de diámetro) en el estribo derecho. La sección transversal mide  17’40 metros, correspondiendo 12 m a la calzada y 2’70 m a cada una de las aceras.

Vista General

         El tablero, de canto total 2’60 m, se enlaza a la pila por medio de dos hileras laterales de cables, según la disposición de “abanico corregido”. El tablero es prefabricado y está compuesto por dos hileras de dovelas laterales de sección trapecial, de 2’50 m de base menor y 2’45 m de canto, unidos por una viga riostra transversal sobre la que apoyan 4 vigas longitudinales de 12 m de largo y 0’75 m de canto, salvando el espacio entre ellas con losetas de 4 cm de espesor. La longitud de la dovela central es de 4 m y a partir de ésta y a ambos extremos se suceden las de 7 y 5 metros, hasta que finaliza el tramo atirantado en que vuelven a ser de 4 metros. Encima de las losetas se extiende una losa armada hormigonada “in situ”. Por su lateral va toda corrida la imposta, con una entrecalle de separación por la parte inferior para evitar el deslizamiento del agua por las paredes de las dovelas.

         Los tirantes están fijados al tablero cada 12 m y coincide su anclaje con el centro de gravedad de las dovelas de 5 m y la viga riostra transversal. En total hay 19 pares de tirantes, con longitudes de 130 a 32 metros. El par más cercano a la población atraviesa el tablero y se ancla en el propio estribo para, de esta manera, aumentar la rigidez del atirantamiento en el tramo largo opuesto.

          El tablero a su paso por la pila principal no se apoya en el travesaño inferior, sino que queda suspendido de dos tirantes, con su movimiento impedido por apoyos laterales. Por la parte exterior de la pila quedan adosados dos miradores. La pila sobresale 50 m de la horizontal del tablero.         

          El sistema de desagüe está resuelto por medio de canalizaciones pasantes por la parte interior el tablero, de forma que el agua no ensucia los paramentos ni se ven desde el exterior.

          La barandilla está formada por tubos rectangulares metálicos de diferentes secciones y llega a una altura de 1’20 metros.


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